Por Lourdes Correa //
Con 75 años, ama de casa, Alcira Esther Ovejero declara sobre su propio caso. En el 76 tenía una peluquería, recuerda que un 18 de mayo la sacaron de su casa durante la madrugada. Rompieron vidrios para entrar, encandilándolas con luces a ella y su madre, que estaba muy enferma. La llevaron descalza y con la cabeza envuelta hasta un coche. Alcira escuchaba ruidos y supo que no solo ella estaba siendo secuestrada.
FOTOGRAFÍA DE ELENA NICOLAY |
La depositaron en un salón con los ojos vendados y las manos atadas hacia atrás. Alcira no estaba sola, había más gente y todos estaban tirados en el piso. Allí llegaban personas que los golpeaban y le adelantaban lo que le iba a ocurrir.
“Me golpearon hasta que se cansaron de golpearme”, relata en la audiencia. Sus secuestradores, mientras la maltrataban, hacían preguntas, pero Alcira no tenía mucho por aportar.
Pasó nueve días tirada en el piso, hasta que una mañana la llevaron a declarar.
“¿Sabe qué día es hoy? 25 de Mayo. 9 de la mañana”, se responde a sí mismo el opresor. Interrogaron sobre varias personas, Alcira no tenía mucho que decir al respecto. Hasta qué nombran a Mario y Máximo Díaz. Ellos eran hermanos de su cuñada y la policía sospechaba que andaban ‘en algo’. Allí fue cuando Alcira se dio cuenta del error. “No es ella” decían los hombres. Su cuñada se llamaba Alcira Díaz de Ovejero, y en una confusión, habrían creído que era la misma persona que Alcira Esther Ovejero.
FOTOGRAFÍA DE ELENA NICOLAY |
“Ustedes se equivocaron conmigo, me golpearon inútilmente y sin piedad”, les reclamaba.
Alcira solo quería irse, le dolían los hombros por tener los brazos hacia atrás, pero más le preocupaba que su madre no siga viva al momento de regresar.
El 27 de mayo la liberaron, pero no sin antes advertirles que si declaraba algo no tenía que contar nada de lo que había vivido durante su cautiverio, de lo contrario la iban a buscar otra vez.
Al otro día su familia la llevó a la comisaría, pero no dijo la verdad. “Los hice quedar bien porque tenía miedo que me vuelvan a buscar” admite ante el tribunal, y agrega que hasta el día de hoy le cuesta recordar.
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