por Tina Gardella para el Diario del Juicio Una sentencia es más que una sentencia. Más que el veredicto de los jueces. Más que el final de un proceso jurídico. Porque hay historia/s y hay memoria/s; hay reparaciones, anhelos y alegrías que se entraman a los llantos, las esperas y los recuerdos. El momento de la lectura de esa sentencia es esperado…y preparado. Porque siempre habrá sorpresas o surgirá lo inesperado. La estructura jurídico-política garantiza que todos se expresen en el marco de una escena que no desborde ni arrase con el objetivo mínimo de “Juicio y Castigo”.