- por Natalia Espinosa estudiante de Ciencias de la Comunicación para el Diario del Juicio
Graciela Cristina relató al tribunal, por
teleconferencia, los sucesos acaecidos el día 16 de enero del 78, fecha en la
cual su hermano fue desaparecido. Alrededor de las 20 horas, Antonio, salió de
su negocio en calle Mendoza al 600 y subió a su auto. Mientras transitaba por
Av. Salta y Santiago, un grupo de personas interceptaron su coche, lo redujeron
y luego lo pasaron a otro vehículo.
Junto a su marido, su hermano y a comunes
amigos, emprendieron la búsqueda de Antonio, sin obtener ninguna respuesta. Era
común en esa época, según relató, el pedido de dinero a cambio de información.
También narró como para frenar o intimidar
la búsqueda de su hermano, en una oportunidad fueron secuestrados con su tía y
su marido en el camino al Aeropuerto, y liberados horas después, en lugares
separados, maniatados y vendados. Al finalizar su testimonio, manifestó: “Me gustaría saber qué pasó, yo no me voy a
olvidar nunca de mi hermano…”
Quienes perpetraron el hecho fueron
identificados como miembros activos del CCD Arsenales, por lo que resultaría
evidente que Antonio estuvo allí. Hasta la fecha, Antonio Saade Saieg, continúa
desaparecido.
Luego prestó declaración Emilio Palferro
quien fue compañero de piso de Luis Antonio Cantos, mientras cursaban sus
estudios en la provincia de Buenas Aires. Relató que el jueves 21 de abril del
’77 alrededor de las 23 horas se encontraba en la ducha cuando
alguien ingresó al baño y le dieron un culetazo. Al despertar se encontró
desnudo y atado en el living, mientras interrogaban a sus compañeros y
revisaban todos los muebles. Luego los llevaron a un lugar que por las
averiguaciones que hizo, presume fue el CCD El Olimpo.
Una pausa en su relato dio cuenta de las
torturas recibidas en sus 72 horas de cautiverio. El sábado 23, a la
madrugada, los tiraron al costado de una autopista, donde se les exigió que
abandonaran Buenos Aires inmediatamente. Cuando se retiraron las vendas
pudieron comprobar que Chabuka (como nombraban a Luis Antonio) no estaba junto
a ellos.
También declaró Ana María
Falú como hermana de Luis Eduardo Falú quien fue desaparecido el 14 de septiembre
del ’76. “Lucho”, como lo llamaban sus amigos, tenía 25 años y estudiaba
Historia en la Facultad de Filosofía y Letras.
Lucho, secuestrado al
salir de su trabajo, a 50 metros de su casa, se convirtió en lo que Ana María
calificó como “ésa figura creada por
Videla, de la desaparición”. Luego de brindar un pormenorizado detalle de las
características personales de su hermano, finalizó su relato afirmando que “las ideas no se matan, no pudieron matarlas
aquí ni en otro lugar…” “Lucho sigue vivo, y vive en nosotros”.
Luis Eduardo fue
identificado por otros detenidos sobrevivientes en el centro clandestino que
funcionaba en el Arsenal. Testimonios dan cuenta que fue asesinado en uno de
los fusilamientos organizados e iniciados por Antonio Domingo Bussi en mayo de
1977.
Por su parte el testigo Emilio Mrad, relató
al tribunal un antecedente al secuestro de Luis Falú, ya que en agosto del ’76
éste se reúne con dos miembros de inteligencia en el bar La Franco. Mientras
esa reunión se desarrollaba, el testigo estaba en otra mesa siguiendo los
detalles de la misma. Luis le comentaría después, que le pedían una lista con
nombres de compañeros. Al mes siguiente, fue secuestrado.
Emilio Mrad afirmó, que incluso hoy sería
capaz de reconocer los rostros de ambos hombres con quien su primo hermano Luis
se encontró en aquel bar. Por tal motivo el tribunal decidió realizar una
muestra de reconocimiento, por fotografías, establecida para el día 22 de Agosto, donde será citado nuevamente.
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