- por Marcos Escobar para el Diario del Juicio
PH Archivo HIJOS (Megacausa Arsenales II - Jefatura II)
Veintiún días han pasado desde el inicio
del juicio. Parece una eternidad. No solo por la voluptuosidad de los
documentos que son leídos (271 pedidos de elevación a juicio). No es solo la
cantidad de hojas, sino su contenido. Las historias que se acercan al libreto
de una película de terror, el vocabulario judicial, claramente pensado para no
ser entendido por personas corrientes, las dificultades técnicas para
comunicarse con los penales de Marcos Paz, Comodoro Py y Ezeiza. Todos
elementos que hacen el entrar a la sala, un espacio atemporal. La sensación de
nunca haber abandonado la “pecera”, aunque haya pasado una semana desde la
anterior audiencia, es recurrente.
Veintiún días han pasado desde la primera
audiencia. Tres semanas exactamente.
La del jueves 19 de mayo probablemente
sea una que quede guardada en mi memoria. Su corta duración fue algo que, creo,
nos dejó bastante sorprendidos. La imposibilidad de mantener una conexión
estable con el penal de Marcos Paz, donde se encuentra alojado actualmente el
señor Jorge Omar Lazarte, determinó que los jueces pasaran a cuarto intermedio
hasta la semana siguiente.
Empezamos la siguiente audiencia con el
deleite de saber que la videoconferencia con los imputados era finalmente
viable.
El señor Lazarte fue el cuarto imputado
que decidió hacer uso de su derecho a realizar una declaración defensiva.
Derecho que usó con vehemencia.
Jorge Omar Lazarte llegó al rango de
Teniente 1° del Ejército Argentino, cumpliendo funciones como Supervisor
Militar del Departamento D2 de la Policía de la Provincia de Tucumán a la orden
de la V° Brigada de Infantería con asiento en Tucumán, rol que desempeñó entre
el 16 de noviembre de 1.974 y el 12 de diciembre de 1.975. En tal función
controlaba la totalidad de la estructura policial de inteligencia de Tucumán,
teniendo de esta manera un dominio de la ejecución del “Operativo
Independencia”, o sea, ocupaba una posición de control del aparato criminal.
Acciones durante su función son objeto de la mega causa caratulada (valga la
redundancia) “Operativo Independencia”.
Luego de presentar una queja ante el
tribunal con motivo de que su rango militar no le era reconocido cuando se
dirigían a él o se hacía alusión a su persona, el destituido ex-teniente del
Ejército Argentino realizó declaraciones que podríamos enmarcar en esas que se
acercan a un libreto de película de terror.
“El Partido Revolucionario de los Trabajadores tenía
ideología marxista-leninista”. Sí, así como usted lo está leyendo. Aunque usted
no lo crea, en la audiencia del jueves 26 de mayo por la mañana, el señor
Lazarte presentó el fruto de sus investigaciones en su declaración ante los
asombrados asistentes. Jueces, fiscales, querellantes, defensores, periodistas
y un pequeño grupo de estudiantes, entre los cuales me incluyo, nos quedamos
despampanados.
Según mis cálculos, el señor Lazarte debe
haber recurrido a algunas de las múltiples declaraciones hechas por Mario
Santucho, líder de dicha célula guerrillera. O a alguno de los innumerables
libros escritos sobre el PRT-ERP y su accionar en Tucumán. O quizás simplemente
una intensa búsqueda en internet. Mis números aproximan una investigación de
dos minutos. Cinco con una conexión muy lenta. Posiblemente su experiencia como
encargado del “control ideológico de interrogatorios” (crimen por el cual está
condenado) le haya sido de gran ayuda.
Después de tamaña investigación
histórica, el señor Lazarte, quien ya cuenta con condenas previas, presentó sus
hallazgos ante un tribunal totalmente deslumbrado.
Lo que el señor Lazarte no pudo explicar
es cómo el carácter ideológico marxista-leninista del PRT-ERP justifica o sirve
como atenuante para los 133 casos de violación de domicilio, los 207 casos de
privación ilegítima de la libertad, los 175 casos de aplicación agravada de
torturas, los 88 casos de homicidio triplemente agravado y la participación en
delitos sexuales en perjuicio de 11 víctimas de los que se lo imputa.
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