- por Belén Castellano, Erika Leiva, Jorgelina Cayo y Sofía Romera para el Diario del Juicio
PH Elena Nicolay
Una
testigo explicó cómo se organizaron las fuerzas armadas para llevar adelante el
Operativo Independencia
Verónica Almada Vidal fue la primera testigo en tomar la palabra el viernes pasado ante el Tribunal Oral Federal (TOF) de Tucumán que lleva adelante el doceavo juicio por delitos de lesa humanidad que se celebra en la provincia, donde se juzga la responsabilidad de 19 ex miembros de las distintas fuerzas de seguridad en perjuicio de 271 víctimas.
Verónica es Lic. en Ciencias Antropológicas y
formó parte del equipo de trabajo que elaboró los informes del Operativo
Independencia, a cargo del Ministerio de Defensa de la Nación, para el cual “se
utilizaron archivos administrativos de las fuerzas armadas argentinas y
relevaron miles de documentos”, según indicó la testigo.
De la investigación surge la “Quinta Brigada de
Infantería” como la “responsable” de Tucumán, donde se establecieron
zonas específicas como la capital de la provincia y el Monte Suroeste para
crear fuerzas de tareas: “un agrupamiento temporal de personal que se
constituye cuando se necesitaban efectivos inferiores al nivel de oficial”,
definió la especialista en archivo y Derechos Humanos.
Además “pudimos constatar las distintas directivas
en el marco normativo que la fuerza ejército dispuso para llevar adelante las
operaciones, órdenes de personal que organizaban los relevos y refuerzos para
el Operativo Independencia”, agregó.
Verónica sostuvo que “durante 1975 se desarrolló el
reglamento RC91, que recoge cuestiones que se venían planteando en muchos
reglamentos utilizados a fines de los años 60 y principio de los 70 como
operaciones contra fuerzas irregulares y la subversión urbana, además
de brindar instrucciones para operaciones de seguridad”.
"También existían reglamentos específicos de
inteligencia de combate y técnica plasmando un paradigma que se venía gestando
desde la década del 60 que es la guerra no convencional contra la subversión o
la guerrilla”.
La antropóloga dijo a través de los informes se
pudo determinar “que hubo intercambio fluido con oficiales del ejército
francés" y un ejemplo de ello es "el reglamento 91, que
considera tomar en cuenta las experiencias de Argelia, Indochina y
Vietnam, adaptando la doctrina de Francia al marco interno de Argentina”.
A lo largo de su declaración, recordó un dato que llamó
su atención “una vez encontré un documento donde un oficial del ejército
declaraba que su tarea fue la de hacer desaparecer cuerpos de detenidos por ser
de izquierda”. Éste detalle era puesto en consideración de sus jefes en su
pedido de ascenso, claramente era considerado un mérito digno de merecer un
premio.
Por último afirmó que se pudo constatar a través
de los documentos encontrados “reclamos de oficiales por afecciones
psicológicas producto de haber participado en el 'Operativo Independencia' y
realizar tareas de interrogatorios” y explicó que se encontraron archivos que
demuestran que “muchos oficiales viajaron al sur de Tucumán para realizar curso
de interrogadores con técnicas de inteligencia".
Al culminar la declaración de la testigo, el imputado
Jorge Omar Lazarte (quien fuese Teniente 1ero del Ejército Argentino, desempeñándose
como Supervisor Militar del Departamento D2 de la Policía de Tucumán, entre
noviembre de 1974 y diciembre de 1975) solicitó al TOF la palabra y señaló que
la antropóloga “hizo una descripción muy generalizada de la organización de las
fuerzas” y negó “haber recibido algún tipo de bonificación
durante su desempeño en el Operativo Independencia”.
Lazarte está acusado en esta causa como
autor material por delitos contra dos víctimas y, además de, como autor mediato
de 133 casos de violación de domicilio, 207 casos de secuestros, 175 de
aplicación de torturas y 88 de homicidios.
Durante la audiencia también prestó declaración
Luis Guillermo Garay, actual presidente del Instituto Espacio para la Memoria
de Santiago del Estero y Director del Instituto de Lingüística, Folklore y
Arqueología de la UNSE; dedicó la primera parte de su testimonio a explicar
cómo se articulaban las provincias de Santiago del Estero y Tucumán dentro del
Operativo Independencia. En la megacausa hay víctimas santiagueñas.
El investigador explicó que en un principio
Santiago del Estero pertenecía a la Zona 3 del cuerpo del Ejército que dependía
de Córdoba, pero luego “por razones de proximidad pasan a trabajar con la
Provincia de Tucumán”, especialmente con el Destacamento N°142.
También aseguró que las tareas de inteligencia
“sobre disidentes políticos comenzaron en 1972, con el reflote de un área
específica en la Policía” y advirtió que en el 74 se
llevaron a cabo “las primeras acciones represivas donde participaban
militares en los interrogatorios”.
Otro dato relevante que aportó el Director Luis Garay, fue sobre
los numerosos testimonios y denuncias de personas que vieron cómo el ejército
arrojaba cuerpos desde helicópteros en territorio santiagueño. Casualmente
muchas de esas personas arrojadas al monte fueron denunciadas como
desaparecidas en Tucumán.
El megajuicio Operativo Independencia continuará en
la sala de audiencia del TOF (Chacabuco y Crisóstomo) el próximo 9 de este mes
a horas 9, con la declaración de nuevos testigos.-
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