- por Tina Gardella para el Diario del Juicio
PH Archivo H.I.J.O.S.
Pareciera que
abruman tantos intentos de frenos, avasallamientos y retrocesos, de sentencias
que de- sentencian, de prisiones domiciliarias, de prólogos que se suprimen, de
monumentos de reconciliación…como si se estuviera que estar en un estado de alerta permanente para, sin
prisa y sin pausa, cuidar y defender lo logrado.
Pero ese estado de
atenta vigilia cotidiana ha cobrado tal fuerza e intensidad que aunque muchas
veces no se muestra en todo su esplendor, subyace como prácticas instituidas y
re significadas en el devenir diario de quienes construyen los lazos sociales
de una comunidad tucumana que necesita mirar al futuro desde un pasado que es
traído por un presente en tensión. ¿Qué otra cosa sino son los juicios de lesa
humanidad y más precisamente el del Operativo Independencia que se sustancia en
estos días?
No se trata de la
actualización permanente del “a donde vayan los iremos a buscar”. Sino de las
prácticas, los modos de reclamo, el propio lugar desde donde se instituyeron
los organismos de derechos humanos, que en nuestro país han tenido desde su
inicio, una clara intención de “decir”, al señalar, denunciar, reclamar, exigir
por el destino de sus seres queridos.
Esta “politización del dolor” por la forma que tuvo el plan sistemático de detención, secuestro y muerte al diseminar centros represivos por todo el país y no dejar prácticamente ámbito institucional sin afectar y porque el reclamo tampoco dejó prácticamente ámbito institucional al cual no preguntar e interpelar, estuvo dada además por las intervenciones que esos reclamos tuvieron en el espacio público y en instituciones desde el arte, la cultura y la comunicación: un verdadero activismo cultural y político que impregnó e irradió el reclamo de justicia y verdad.
Esta “politización del dolor” por la forma que tuvo el plan sistemático de detención, secuestro y muerte al diseminar centros represivos por todo el país y no dejar prácticamente ámbito institucional sin afectar y porque el reclamo tampoco dejó prácticamente ámbito institucional al cual no preguntar e interpelar, estuvo dada además por las intervenciones que esos reclamos tuvieron en el espacio público y en instituciones desde el arte, la cultura y la comunicación: un verdadero activismo cultural y político que impregnó e irradió el reclamo de justicia y verdad.
Las condiciones de
producción de estas prácticas y acciones, desde el “con vida los queremos”,
pasando por “juicio y castigo” hasta “los juicios son de todos, la historia es
de todos” siempre tuvieron un carácter político porque el reclamo, los
reclamos, cobró una dimensión ética-social que fue más allá del drama personal
y se instaló con fuerza en el plano colectivo que se materializó como la
función social de la memoria.
Por eso es
imposible la equiparación de pérdidas, dolores, resarcimientos…por eso la
teoría de los dos demonios, lejos de ser una teoría, es un marco de
interpretación cínico e hipócrita, por eso los juicios son una construcción
político y social que en la búsqueda de justicia y reparación simbólica de las
víctimas, proyecta al futuro un claro mandato ético.
Intentos y
operaciones siempre las hubo. El contexto político-histórico-cultural atraviesa
las condiciones de producción de las acciones no sólo de resistencia a esas
operaciones sino de estrategias como verdaderos nudos de acción que hacen a la
práctica militante sostenida que se extiende desde los organismos y militantes
de derechos humanos hacia el resto de la sociedad.
Precisamente como
un devenir que hace ejercicio político de la memoria y a la que no harán mella
histórica ninguna operación coyuntural, escriben para este Blog jóvenes
estudiantes universitarios que irradian su ejercicio político de la memoria, en
crónicas certeras y dolientes como las de Fabiana, Hugo, Belén, Jorgelina,
Erika, Sofía, Elena, Ana, Fernanda, Valeria, Gaby, en artículos interpeladores
como los de Marcos, Julián y Javier, el video creativo de Ezequiel o en esas
otras voces de entrevistas re creadas por Cynthia, Andrea, Agustina y Sofía.
Blog que con el
aporte de H.I.J.O.S. Tucumán articulando fotos, audios, videos, historias, archivos,
decires, se empeña no sólo en marcar los que nos
diferencia de quienes nos quieren instituir
desde su cinismo como esos otros con quienes hay que “reconciliarse”,
sino en buscar aún más, en la diferencia de las diferencias, en esas puntuales
distinciones que no nos pertenecen sino que son parte de las tramitaciones de
toda una sociedad que tuvo que construirse ética, solidaria y viviente, aún sin los que debieran estar…pero no están.
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