Fotografía Elena Nicolay |
¡Está
sancionado, marche a la pieza!, fue la frase que Milani usó para describir cómo
fue castigado cuando se distrajo de sus obligaciones como Subteniente y Oficial
de Servicio del ejército mientras estaba en La Rioja y por las que recibió tres
días de apercibimiento. Insistió en que esa sanción consta en el Senado de la
Nación desde el día que asumió como Coronel en el año 2000 y lo remarcó para
desestimar las declaraciones de Olivera que lo acusan de llevar a cabo
directivas que, según el acusado, no correspondían a su rango, menos estando
sancionado. “Nunca, en mis 45 años de servicio, vi un Oficial de Servicio
abandonar el puesto. He visto otras cosas, oficiales borrachos, o he visto
accidentes. Eso no lo vi nunca.”
Después
de describir el funcionamiento de la fuerza de seguridad, los rangos, las
actividades y demás, siempre acompañado por diapositivas que ayudaban su
declaración, el acusado pasó a explicar las contradicciones en el
reconocimiento fotográfico de Olivera y sus propias conclusiones al respecto.
Todo esto consta en el juicio anterior por el que fue absuelto en La Rioja.
Además, remarcó en varias oportunidades que la gente para ubicarlo se refería a
él como “el muchacho alto, rubio, buenmozo” e hizo un repaso por las
fotografías que se usaron para identificarlo, los archivos de programas de
radio y televisión donde el mismo testigo se refería a su persona y aclaró
varias veces que no iba a ahondar en el caso Ledo por el que está siendo
juzgado.
Dos
horas con 11 minutos duró la tediosa declaración de Milani y cerca del mediodía
el presidente del tribunal le pidió que “vaya cerrando” sus dichos para pasar a
un cuarto intermedio de 10 minutos. Luego tomó la palabra el fiscal para dejar
constancia de que había cambiado sus declaraciones con respecto a la primera
vez frente al tribunal y así se dio por terminada la audiencia.
Las
declaraciones de Milani continuaron, por un pedido especial el miércoles 27 a
partir de las 17. A las más de dos horas se sumaron otras cuatro en donde
continuaron los detalles de las tareas que realizaba durante sus años de
servicio y, además, sus conclusiones sobre los dichos de los diferentes
testigos de la querella en contraposición a los de la defensa del caso de
Agapito Ledo.
“Inédita
y feroz campaña política”
Las
conclusiones más enfáticas del acusado fueron reiterativas en la larga
exposición que protagonizó. Remarcó: “constantemente han querido vincular mi
imagen a la Inteligencia”, refiriéndose al área de la fuerza encargada de
recoger información acerca del enemigo; además mostró imágenes de noticias en
medios gráficos en su contra, programas televisivos donde lo vinculaban con
Ledo y su cuñada Clara Waite, que no es testigo de la causa, lo acusaba de
hostigamiento y persecución, entre otras cosas.
Pasadas
las 21 horas, después del último cuarto intermedio de 10 minutos, terminó su
monólogo afirmando: “Ledo nunca tuvo la menor relación conmigo” aclarando que
por consiguiente nunca fue su asistente como declararon los hermanos Illañez y
Mcdonell.
La
sentencia será este viernes 29 de noviembre.
Comentarios