Fotografía Elías Cura |
Por Mariela Roxana Ramos
Los
sujetos sociales en tanto que actores de la vida social, son los protagonistas
de cambios, continuidades, rupturas, permanencias, ritmos, duraciones,
estancamientos y retrocesos de los procesos históricos. Seres humanos,
individuos o colectivos, son los testigos y protagonistas del perpetuo cambio
de las sociedades entendida e interpretada a través de los conflictos y de las
relaciones que se gestan en ellas.
El
conocimiento histórico se expresa en un relato veraz, parcial e inacabado sobre
el pasado, que torna posible la acción en el mundo, confiriéndole un sentido. Esta
construcción del pasado implica una tarea social e incide en el presente. Se
trata de explicar-nos la realidad.
La
existencia de diversas versiones de los acontecimientos, refleja la complejidad
e imprevisibilidad de la vida de los sujetos en sociedad. La actualización de
los relatos enriquecen a los acontecimientos del pasado, un pasado que no es
renovable, pero se renuevan las preguntas que le hacemos desde el presente.
***
Son
las nueve cuarenta y tres del viernes 25 de octubre. Todo está preparado para
comenzar la audiencia, anunciada para dentro de tres minutos. Hugo Elio
Fernández, Julio Domingo Romano -ambos por teleconferencia- y Enrique Fernando
Romero -presente en la sala- son los testimonios que serán escuchados durante
la mañana. Los abogados defensores de Milani y Sanguinetti solicitan al
tribunal ampliar su declaración indagatoria al término de los
testimonios programados.
Hugo
Elio Fernández habla de su incorporación al servicio militar obligatorio.
Cuenta que fue después de seis meses, con tan sólo un mes de instrucción, entre
junio y julio de 1976. Asegura que integró la comisión que viajó a Monteros,
provincia de Tucumán. Que en ese mismo año se instalaron en el hospital de
Monteros. Que siempre había un solo oficial, un sargento primero de apellido
Silva. Afirma que hacían guardias en el monte. Conoció a Alberto Agapito Ledo
porque eran vecinos, “vivía de mi casa a media cuadra. Con el tiempo supe lo
que le pasó por todo lo que se decía, pero durante mi estadía en el servicio
(militar obligatorio), nadie comentó nada". Desde la sala de audiencias le
preguntan: ¿Conoce a los imputados?. Responde “A Milani, creo que era
abanderado en La Rioja, lo vi en los desfiles que a veces había”.
***
Julio
Domingo Romano cuenta que estuvo bajo bandera en el año 76 en el regimiento
141, cumpliendo funciones en Monteros. Dice que estuvo en comisión pero no
recuerda en qué período. Que no sabe a qué compañía pertenecía Alberto Ledo
pero que sí lo recuerda. No sabe qué funciones cumplía, no obstante sí lo vio
en Tucumán. “Era algo así como ‘estafeta’, él entregaba las cartas", no
recuerda a qué horas se hacía la formación pero sí que “era obligatorio
concurrir a ella”.
Romano
dice no saber qué pasó con Alberto Ledo; “No, la verdad que no”.
Tampoco
pudo contestar si fueron y vinieron todos los soldados: “No sé, éramos
muchos".
Niega
que se haya comentado la deserción de algún soldado: “No, cuando estuve ahí,
no".
***
Enrique
Fernando Romero relata al tribunal que le llegó una documentación que contiene
el desarrollo de todas las actividades que se consideraban subversivas. Esa
documentación, fechada con anterioridad a la desaparición de Alberto Ledo,
consigna su nombre como sospechoso. “¿Por qué Ledo se presentaría a cumplir con
el servicio militar si después iba a desertar?”, pregunta el testigo. Además
vincula la desaparición del riojano con la muerte de un soldado, en lo que
llamó una situación confusa, y el atentado contra Juan Ángel Toledo Pimentel.
“¿Y si Ledo sabía algo de ésta situación y por esto desaparece? Es una
conjetura que hago".
El panoptismo de Michel
Foucault
El
aparato disciplinario perfecto permite verlo todo permanentemente con una sola
mirada, un lugar de convergencia para todo lo que debe ser sabido, el ojo
perfecto al cual nada se sustrae, y centro hacia el cual están vueltas todas
las miradas. Es una mirada normalizadora, una vigilancia que permite calificar,
clasificar y castigar.
Sanguinetti
pide decir unas palabras y con su abogada defensora al lado inicia su
exposición. Dice que en la audiencia del viernes pasado se introduce un hecho
novedoso en la declaración del testigo Ramón Olivera. “Dice que yo era controlador del diario Independiente, afirmación de
connotación negativa, intenta involucrarme en oscuros hechos de aquella época.
Por eso pido la palabra”, explica el imputado y las palabras que siguen
salen de su boca casi de un tirón:
- “Inmediatamente después del 24 de marzo me
llamaron y me dijeron que debía coordinar con el diario El Sol y El
Independiente, evitar que hablaran mal de las acciones del ejército y del
gobierno militar. Debía ejercer control antes que se imprimiera el diario,
coordiné en conjunto para que no se complicara la vida ni a los diarios, ni a
mí. Acordamos con los ellos que cuando estuvieran listos me iban a mandar un
mensajero con un borrador. De esa manera en una lectura rápida nunca
encontré ninguna cuestión que mereciera una mirada en profundidad.”
- “Esto no
era una intervención judicial, ayudaba a los diarios a que no tuvieran que
tirar los ejemplares al día siguiente… El 24 de marzo, el día de golpe de
Estado, en el Batallón de Ingenieros 141 no pasó nada. No pasó nada, se reforzó
la guardia, no hubo presos políticos. Es posible que esa noche hubiera
movimiento.”
El
panóptico es una máquina de disociar la pareja ver-ser visto: “En el anillo
periférico se es totalmente visto, sin ver jamás; en la torre central, se ve
todo sin ser jamás visto.”
El
panóptico debe ser comprendido como una manera de definir las relaciones de
poder en la vida cotidiana de los hombres.
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