- por H.I.J.O.S. Tucumán para el Diario del Juicio
PH Jorge Olmos Sgrosso
La audiencia de ayer jueves en el marco de la Megacausa "Operativo Independencia" (#MegacausaOI) comenzó con la lectura, por Secretaría, de la respuesta del Tribunal a los múltiples planteos realizados la semana pasada por parte del Ministerio Público de la Defensa y las distintas defensas particulares. Entre los rechazos más importantes que diese el Tribunal Oral Federal se encuentra el del pedido de recusación de los fiscales ad hoc Agustín Chit y Julia Vitar y el cuarto juez suplente, el Dr. Cataldi, sumado a que no se dio lugar al pedido de separación de varios imputados, tal solicitud fue argumentada por parte de los defensores: por su avanzada edad, por cuestiones de salud, por posiblemente volver a ser acusados por los mismos crímenes que aquí se ventilarán en futuras causas o por “sobreabundancia de condenas” (sic) en el caso de los que ya fueron juzgados. Lamentablemente se dio por negado el pedido de citación de María Estela Martínez de Perón, pedido compartido tanto por las partes acusatorias como por las defensoras. Una vez más, y como lo hicieran todos los tribunales del país no se hizo lugar al pedido de prescripción de la causa, por tratarse de Crímenes de Lesa Humanidad, los cuales son imprescriptibles.
Luego de la lectura de las resoluciones sobre las cuestiones preliminares se dio inicio a las indagatorias de los imputados, el primero en hablar fue el genocida multicondenado Roberto Heriberto "El Tuerto" Albornoz, con voz fuerte y firme se explayó en aclarar que no tiene nada que ver con las imputaciones que se le adjudican, dijo "es imposible que diez policías fuesen responsables de tamaña cosa" y que son otros los que deberían estar ahí sentados. Entre tanto el genocida, con pedido de apartamiento por parte de sus defensores por supuestas dificultades de salud y edad avanzada, no se privó de amenazar con firmeza a los testigos que pasen por audiencia advirtiendo que les responderá a cada uno, el imputado se dirigió especialmente a la testigo sobreviviente Teresa del Carmen Sosa (miembro de la agrupación de Ex Presos Políticos "Bernardo de Monteagudo"), quien ya fue increpada por el condenado Albornoz en pleno testimonio en el marco de la Megacausa Arsenales II-Jefatura II, cuando ella lo señaló como uno de sus secuestradores.
El segundo turno fue el del ex policía Ricardo Oscar Sánchez, quien fuera miembro del SIC/D2 y de la patota del CCD Jefatura, éste imputado se limitó a considerarse a sí mismo como un "preso político en el marco de un revanchismo organizado por sectores que habiendo perdido la guerra vienen ahora a buscar venganza", alega, al igual que los abogados defensores, que éste juicio es injusto ya que él ya fue acusado y condenado por "estos mismos crímenes" (Sánchez fue condenado en la Megacausa Arsenales II-Jefatura II a prisión perpetua por ser considerado autor material de los delitos de asociación ilícita, privación ilegítima de la libertad en perjuicio de 3 personas, por ser partícipe necesario en la comisión de delitos de violación de domicilio de 54 personas, privación ilegítima de la libertad en perjuicio de 91 personas, tormentos agravados en perjuicio de 93 personas, homicidio agravado por alevosía en perjuicio de 66 personas y por ser partícipe necesario del delitos de abuso deshonesto agravado en perjuicio de 1 persona, todos ellos delitos de lesa humanidad), éstas afirmaciones pretenden ignorar el hecho que se tratan no sólo de distintas víctimas, sino y ante todo, de que los crímenes cometidos fueron masivos pero eso no implica que Sanchez, como los demás responsables, no deba ser juzgado y condenado por cada una de sus víctimas.
Posteriormente fue el turno del ex policía Luis Armando De Cándido, quien durante 55 minutos se quejó de sus condiciones de detención en la cárcel de Villa Urquiza (cuenta con dos condenas a prisión perpetua), lamentó ya no tener casa (la que "tenía" es la que le robó a los detenidos-desaparecidos Coronel, padre e hija, apropiación que quedó demostrada y por la que fuese condenado en la causa Jefatura I) y volvió a declararse inocente de éstos y todos los crímenes que se le imputan. En su extenso descargo tuvo tiempo para decir casi al pasar e intentando desprenderse de responsabilidades, que mientras estuvo en una base militar vio detenido a un chico rubio, que posteriormente leyó en el diario que "fuese muerto en un enfrentamiento" y se lo comentó a un militar diciéndole "¿pero éste no era el chico que teníamos detenido?". También contó que su hija se suicidó posteriormente a su segunda condena.
El último en declarar fue el ex policía José Ernesto Cuestas, quien fuese Jefe de la Comisaría de Trancas entre el '73 y el '77, en su acotada declaración dijo ser inocente y como prueba de esto contó que una vez que estuvo en un "lugar de reunión de detenidos" (el eufemismo militar dado a los Centros Clandestinos de Detención) vio a una de las víctimas de este juicio y "luego de acomodarle la venda hice que le llevarán un sanguche porque yo lo conocía de antes".
Terminada la declaración de Cuestas y luego de múltiples intentos fallidos por establecer comunicación a través del sistema de teleconferencia con los imputados alojados en Buenos Aires se dio por terminada la audiencia. Dicho sistema no sólo es imprescindible para comunicarse con los imputados que se encuentran fuera de la provincia, la mitad de ellos no se encuentran en sala, sino que muchos de los testigos previstos darán su testimonio a través de este medio.
A raíz de estos inconvenientes técnicos se suspendió la audiencia del día de hoy y se pasó a cuarto intermedio hasta el jueves 26 de mayo a las 9:30hs, cuando se espera la palabra de los imputados restantes. Una vez concluidas las indagatoria se dará inicio a la etapa más importante del juicio, la etapa testimonial, donde se escucharán a los cerca de 1200 testigos con los que cuenta ésta histórica causa.
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