Por Ana Molina //
El 24 de octubre dio su testimonio Pedro Lucas Daniel Mayorga. Tiene 70 años y es taxista.
Pedro era un joven de 17 años cuando pasó por ese horrible momento que lo llama como “la noche en la que cambió mi vida”. Era una noche como cualquier otra, cuando a la una de la madrugada entraron por la fuerza a su casa, rompieron la puerta con una hacha -sí, con una hacha- y entraron personas armadas y encapuchadas.
Se llevaron a su hermano René, a su papá Jorge y a él. Por la corta distancia y el poco tiempo que tardaron en llegar, Pedro asegura que desde un primer momento estaba seguro de que los habían llevado a la Jefatura de Policía. En ese lugar estuvieron alrededor de 15 días en celdas separadas y luego los soltaron.
Durante ese tiempo los golpeaban, los torturaban y los interrogaban. Era tanto el maltrato que su hermano terminó con un tumor en la cabeza. Pedro contó que los alimentaban dándoles comida en una olla para comer con la mano… “Como si fuéramos perros”, dijo.
Luego de varios días de sufrimiento, los largaron durante la noche. Para él fue vergonzoso porque estaba en ropa interior.
Tanto Pedro como su hermano y su papá trataban de evitar hablar del tema, les causaba muchísimo dolor. Simplemente, le daban gracias a Dios por estar vivos.
Pedro contó que tenía dos stent y que sufrió un infarto. “Si ando en taxi es porque eso es terapia para mí, me tiene la mente ocupada y olvido el pasado”, dijo mientras finalizaba su testimonio.
Por Cristian Ariel Díaz
María Elena López es testigo del caso de Juan Andrés Molina, su esposo el martes 24. Declara ante el tribunal que el 28 de junio de 1976 fue secuestrado.
Cuando María se dirigía al penal de Villa Urquiza, una patrulla la chocó y la llevaron al hospital. Su Padre es quien siguió la búsqueda. En la comisaría reconoció la firma de Juan, pero pesar de las búsquedas que se llevaron a cabo, nunca obtuvieron ningún tipo de respuestas.
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