Por Mariela Roxana Ramos
Fotografía Elena Nicolay |
El filósofo alemán Friedrich Nietzsche expresa: “No hay hechos, sólo interpretaciones”. ¿Se disuelven los hechos en las interpretaciones o lo real es lo que resta de ellas? Aquello que somos, aquello de donde provenimos y que está en permanente estado de cambio interpreta los hechos, pero al mismo tiempo va resignificando nuestras subjetividades.
Nietzsche
define a la verdad como “un ejército de metáforas en permanente combate”. Se
puede plantear una guerra para imponer una interpretación como si fuera la
única verdad o se puede plantear que la clave de toda verdad está en la
diferencia que expresa el otro.
En
nombre de la verdad se ha cometido el más grande genocidio de nuestra historia,
en nombre de la verdad se ha invisibilizado al diferente, se ha silenciado su
relato. Poner a la verdad en la esfera de la interpretación supone una apuesta
a la libertad y una forma de deconstruir toda violencia, porque a la violencia
se la enfrenta priorizando al otro, aceptando las diferencias y promoviendo la
diversidad.
Texto y Contexto
Miércoles
11 de diciembre 9:30 horas, la sala del tribunal oral federal de Tucumán, en el
marco del 14° juicio por crímenes de Lesa Humanidad, está dispuesta para la
audiencia. Se escucharan los alegatos de apertura por parte de las defensas.
Los abogados/as defensores dan inicio a la jornada. Proyectando imágenes que
refieren al contexto en el que estuvo sumergida la provincia en el año ´75, en
el Operativo Independencia. Las palabras que siguen a las imágenes, encienden
una alarma: “En ese contexto nuestros defendidos no podían entender las órdenes
que hubieran recibido de allanar y detener como ilícitas… Dentro de un gobierno
constitucional nuestros defendidos entendían que esas órdenes no tenían
contenido ilícito’’.
La
fiscalía interpela la interpretación de las defensas y expresa: “Pesa sobre el
estado argentino la responsabilidad de investigar y sancionar estos delitos
aberrantes. El derecho a la verdad, es un derecho autónomo y se logra a través
de éstas causas penales. No sólo es el derecho de las víctimas de las causas,
sino también es el derecho de la sociedad toda, de saber qué pasó. El Estado
tiene la obligación de no asegurar la impunidad”.
Los
relatos del pasado son un campo de disputa, sumergirnos en él nos permite
recoger y recuperar momentos, protagonistas y legados de una historia
colectiva. Quienes queremos recuperar la memoria de los vencidos, comprendemos
que cada avance logrado en el camino del derecho a la verdad, convoca
necesariamente esos momentos del pasado que en nuestro presente encuentran
nuevas interpretaciones y nuevos sentidos.
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