- por Hugo Hernán Díaz para el Diario del Juicio
PH Archivo H.I.J.O.S. Tucumán
Lucía del Carmen
Astorga, ex vecina de la ciudad de Tafí Viejo brindó
testimonio vía teleconferencia desde Rosario el viernes 2 de septiembre, aproximadamente
a las 9:45 horas. La misma fue citada a declarar por los hechos que
perjudicaran a su hermano mayor, Juan
María Astorga.
Juan para el año 1975 estaba casado con Alicia Isabel Pérez
y tenían una hija en común, Verónica Paola Astorga.
Antes de que el matrimonio se casara ambos trabajaban en una
fábrica de plástico en Tafí Viejo, sin embargo consumada la unión fueron
despedidos a causa de que Alicia era una de las sindicalistas más importantes
de aquel lugar. Juan continúo su vida laboral en la policía de Tafí Viejo.
Fue una noche del 75 cuando ingresaron a la casa de la
familia un grupo de uniformados de verde, buscaban a Gabriel Costilla (cuñado
de Alicia, quien antes vivía en esa casa). Al no dar con su paradero finalmente
se llevarían el arma reglamentaria de Juan María.
A la mañana siguiente la testigo se cruzó con su hermano
mayor en el colectivo, “Me dijo que se iba a Jefatura para ver porque le habían
secuestrado el arma”, sentenció Lucía del Carmen. Esa misma noche, Alicia se
acercó a la casa de los Astorga ya que Juan no había vuelto a casa tras la
salida matutina. Tras una semana secuestrado y torturado de innumerables formas
Juan fue dejado en Villa Carmela por lo que decidió ir a casa de sus padres. En
el regreso al hogar contó que le preguntaban todo el tiempo por su concuñado,
Gabriel Costilla.
Meses después de este suceso, ya para marzo del año 76, Juan
María Astorga fue secuestrado junto a su esposa (la cual se cree que estaba
embarazada de tres meses) de su domicilio por un grupo de hombres que tenían
tapada la cara y portaban armas largas. Éstos dejaron a la hija del matrimonio
con uno de los vecinos, quien se puso en contacto con los familiares de inmediato. Ese mismo día
también serían secuestrados Gabriel Costilla y Marcos Pérez (padre de Alicia).
La testigo relató que a partir de ese entonces su madre,
Elvira Rosa de Astorga, hacia visitas frecuentes a la comisaria de Tafí Viejo,
donde trabajaba su hijo para hacer averiguaciones sin embargo jamás obtuvo dato
alguno.
Julio Fernando Astorga,
otro de los hermanos de la testigo, fue secuestrado en marzo del año 77. “Entraron
a casa, yo estaba embarazada y me ponían un revolver en la cabeza y una
ametralladora en la panza”. Julio también formaba parte de la policía de Tafí
Viejo, y tras el secuestro de Juan María sería despedido.
“Mi madre aún tiene la esperanza de que van a volver…”
Juan Benito Acosta,
fue otro de los testigos del día. En esta oportunidad su relato se dio desde
Orán, por teleconferencia y en relación a lo sucedido con Adán Rodolfo Leiva, “Rudi”.
Para el año 1976 Juan se encontraba haciendo el servicio
militar en Santa Lucía. Era chofer de Parada (uno de los militares jefe) y
junto a sus compañeros tenían asignada la tarea de buscar campamentos
guerrilleros. El testigo contó que había sectores en lo que él no podía entrar
pero su amigo “Vinchuca” Jiménez Allende si, por este motivo se enteraba cosas
que otros de su mismo rango no tenían posibilidad. Una de éstas fue cuando
“Vinchuca” le comentó que vio a “Rudi” detenido, flaco y mechudo. Juan Benito
conocía a Rodolfo muy bien, este había sido compañero del secundario de su
hermano y pasaba días enteros en su casa, en palabras del testigo.
En relación al E.R.P. Juan Benito contó que se decía que vestían
de verde, pero él nunca los vio, y que a estos se le adjudicó la muerte de dos
de sus compañeros: Verdina y Maldonado. Con respecto al “Combate de Manchalá”
dijo que mientras ellos se encontraban en una escuela del lugar haciendo
algunas reparaciones se acercaron miembros del Ejército Revolucionario del
Pueblo e “hicieron algunos disparos y luego se fueron, siempre hacían eso”.
Finalmente frente a la pregunta del abogado defensor de los
imputados si fue una guerra lo que se desató frente al E.R.P. Juan desmintió
esto categóricamente. “No podrían habernos hecho frente de ninguna manera, no
tenían ni la preparación ni las armas con las que nosotros contábamos, por
decirle algo simplemente…”
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