- por Valeria Totongi para el Diario del Juicio
La hija del abogado penalista, asesinado con 45 balazos y arrojado al
basural de Los Vázquez, exigió a los jueces que esclarezcan el caso.
El recorte de una noticia publicada en un diario, hallado en el fondo de
un cajón que no debería haber estado revisando, le cambió la vida a Florencia
Fagalde. Tenía 9 años y poco tiempo antes, le habían contado que su papá,
Rafael Dionisio Fagalde, había muerto en un accidente. El recorte consignaba
que, lejos de haber sufrido un accidente, a Fagalde lo acribillaron a balazos y
que su cuerpo había sido encontrado en el basural de Los Vázquez, con 45
disparos en el cuerpo, junto a otras dos personas. “Mi vida no volvió a ser la
misma”, contó Florencia ante el Tribunal Oral Federal de Tucumán, donde se
sustancia el juicio por crímenes cometidos en Tucumán, durante el Operativo
Independencia.
Corría 1975 y -el 30 de junio- Fagalde, abogado que defendía presos políticos,
habló por teléfono a su casa para avisar que saldría de su estudio, en la zona
de Tribunales, y pasaría por “Pepe” (frente a Plaza Yrigoyen) y de ahí
iría a casa. Nunca llegó al departamento de Chacabuco primera cuadra, donde lo
esperaban su esposa, Sara Dardic y sus dos hijos.
“A la mañana siguiente, llegaron dos personas a casa y mi mamá nos sentó
a mi hermano y a mí, para contarnos que nuestro padre había tenido un
accidente. Pero él había sido asesinado con 45 disparos”, relató. Según pudo saber después, Fagalde salió de su
estudio y compró los sándwiches, lo vieron caminando por Chacabuco hacia el
departamento, pero nunca llegó. Al día siguiente, alguien llamó por teléfono a
su tía para avisarle del hallazgo de tres cuerpos en Los Vázquez.
Ya antes habían recibido amenazas telefónicas en la casa familiar, y
habían aparecido afiches distribuidos en toda la provincia, en los que estaban
impresas las caras de personas a las que se acusaba de ser militantes del ERP,
entre ellos estaba Rafael Fagalde. “Mi padre era abogado penalista, muy
respetado, defendía presos políticos- insistió Florencia-. Mi madre reconoció
el cuerpo y se lo veló a cajón cerrado, de tan mal que estaba”. El acta de
defunción estaba firmada por el médico de la policía forense, Federico Ruiz
Huidobro.
La denuncia de
este asesinato político quedó consignada en el informe de la Comisión Bicameral
de Tucumán, en la Conadep y el caso figura en el libro “Nunca Más”.
“En nombre de mi papá, de mi madre y de mis hijas, les pido, les exijo, que se haga justicia”, fueron sus últimas palabras ante los jueces.
“En nombre de mi papá, de mi madre y de mis hijas, les pido, les exijo, que se haga justicia”, fueron sus últimas palabras ante los jueces.
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