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Sentencia Juicio Jefatura III

Por el equipo del Diario del Juicio // El Juicio Jefatura 3 tiene su sentencia. El Tribunal se ha pronunciado luego de que se cumplimentaran todos los pasos jurídicos previstos. Ha sido un largo año. Audiencias con testimonios que dieron cuenta de la crueldad sin límites y de las complicidades del silencio. Y llega la sentencia después de que la Fiscalía y la querella pidieran duras penas para los 24 ex militares y ex policías acusados de delitos cometidos contra 232 víctimas de las cuales 84 continúan desaparecidas. En sus 39 puntos, la sentencia confirma la categoría de delitos de lesa humanidad, reafirma que las violaciones sufridas por las víctimas son delitos que deben ser juzgados por fuera de la maquinaria “convencional” de tortura, establece 8 penas de prisión perpetua y 9 con penas de entre 8 y 13 años, la absolución de 7 acusados y fija la fecha del 26 de Noviembre para dar a conocer los fundamentos de la sentencia. Fotografía de Florencia Rojas Pero este décimo quinto juicio
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Alegatos Juicio Jefatura de Policía III

Por Tina Gardella // Ha concluido la etapa de alegatos del Ministerio Público Fiscal. Culmina con el pedido de duras penas para los 24 ex militares y ex policías acusados por delitos cometidos contra 232 víctimas de las cuales 84 continúan desaparecidas. Estos delitos tuvieron como epicentro a los centros clandestinos Jefatura de Policía de Tucumán y al ex Ingenio Nueva Baviera en el Dpto. Famaillá.  Fotografía de Angélica Zelaya Estamos en agosto. Es el cierre de lo que comenzara la fría mañana del martes 11 de Junio en la audiencia número 36. Ante una sala colmada y con expectativas que abarcan a familiares, militantes de derechos humanos, estudiantes, periodistas, el fiscal federal Pablo Camuña comenzaba el alegato de la Fiscalía planteando las etapas de la presentación que realizaría junto a la auxiliar fiscal Valentina García Salemi. Así se fueron sucediendo la valoración de la prueba y las características del proceso, se presentaron las víctimas –una por una y acompañado por un r

Lo común y lo singular

// Por Tina Gardella ¿Qué tienen en común una ama de casa, un transportista de áridos, un ex delegado comunal y su esposa, una Lic. en Arte y su esposo? Que son familias atravesadas por el dolor de la pérdida, la ausencia, el arbitrario terror impuesto, la sinrazón de lo vivido. Sus historias configuran los testimonios de la Audiencia del lunes 22 de Abril. Fátima Ester Maestu es la primera en testimoniar. Es esposa de Ernesto Néstor Juárez, secuestrado y desaparecido en 1978. Fátima tiene 68 años y relata que cuando secuestran a su esposo vivían en una casa de Av. Alem 1.285 de la capital tucumana. Tenían un bebé de 9 meses. Ernesto había sido secretario del diputado provincial Ramón Valenzuela hasta 1976 en que el golpe anula todas las instancias legislativas de la democracia. Estudiaba abogacía y había conseguido trabajo en una empresa privada. El 19 de setiembre de 1978 y después de una noche en que el bebé se enferma, salen temprano de la casa para ver al médico y de ahí a que le

Ser alguien

Por Tina Gardella // La frase es recurrente en quienes atestiguan en la audiencia del lunes 25 de marzo. Explícita o implícitamente, las consecuencias por las que tuvo que atravesar la familia de quien fuera secuestrado, detenido, muerto o desaparecido, se resume en que hijos, hijas, esposas quedaron con sus vidas pendidas de un hilo muy fino, en una situación extrema que les impidió “ser alguien”. La frase conecta con lo más tradicional/cultural de nuestras comunidades. Ser alguien en la vida es el mayor legado de padres a hijos. Y tiene que ver con la dignidad de ser dueño de los actos que construyen identidad. Fotografía de Elena Nicolay Atestigua en primer término Nélida del Valle Rojas . Es esposa de Francisco César González, dirigente sindical del Ingenio Concepción. Su caso está relacionado con el de Guillermo Benito Rodríguez, delegado gremial de los obreros del surco del Ingenio Concepción y por el que atestigua su hija, María Juana Rodríguez . Ambos son secuestrados en setiem

Los daños que provocaron no caducan

    Por Sofia Ávila Raffo // Martes 27 de febrero, día soleado con una sala llena o más de lo normal y una fotografía que se repetía en varios rincones, la cara de Lucho Acosta. Su familia empapó el recinto con su recuerdo y empezamos a escuchar el testimonio de una de las personas que más lo amó, su esposa Elisa “Tati” Solís Comienza entonces el ida y vuelta de preguntas, la fiscalía empieza por hacer unas preguntas básicas a la testigo como nombre completo, edad, profesión, etc. Terminadas las preguntas iniciales, Tati comienza a relatar el hecho. Nos trasladamos al 21 de junio de 1977. Tati y Lucho debían despedir a su tío que partía hacia Buenos Aires ese mismo día a las 17:00. Era el mediodía, ella estaba cocinando cuando Lucho le dijo que saldría en su auto que ya volvía. Empezó a pasar el tiempo, Lucho no llegó para el almuerzo, tampoco a la despedida de su tío y finalmente no apareció en la cena su esposa, ya preocupada porque no regresó a casa, comenzó a buscarlo Etapa de búsq

Mariana

     Por Tina Gardella //      Mueve un pie. Talón en el piso y punta de pie arriba, abajo, arriba, abajo. A veces lento, otras, con apuro. Mueve la pierna; la izquierda. Es el pie, es   la pierna, es el corazón de Mariana. Que habla como si nada. Con increíble capacidad para elegir -¿elegir?- que su pie y su pierna sean los destinatarios de tanta tensión. Atestigua por la desaparición de su padre, Lucho Sosa. Su pie y su pierna en movimiento parecieran otorgarle una calma imposible de pensar cuando se relata ausencias brutales e injustas. Era una niña que no había cumplido los 3 años pero la felicidad familiar que integraba junto a su madre y sus dos hermanos mayores, se esfumó el 21 de junio de 1977 cuando su padre fue secuestrado y luego muerto y desaparecido. FOTOGRAFÍA DE ELENA NICOLAY                      Pero ella habla de la vida de su padre. Que era el mayor de 3 hermanos, muy compañero de su madre; que trabajaba desde los 15 años y estudiaba por la noche. Su tío Pichón le cue

Se reanudaron las audiencias del Juicio Jefatura III en el TOF Tucumán

   Por Tina Gardella // Está rara la mañana de este miércoles 14 de Febrero. Hace frío, hace calor, hace llovizna, hace sol. Parte de la sala del TOF está en penumbras; algún cable humedecido que se soluciona pronto. Nada detiene los procesos de justicia podría pensarse. Menos los de la memoria y la verdad. Está el juez, fiscales, defensores, testigos, equipo de acompañamiento, familiares y los periodistas de La Palta y el Diario del Juicio. FOTOGRAFÍA DE ANGÉLICA ZELAYA Pablo Julio Mercado es el primer testigo. Su padre, Julio César Mercado está desaparecido. Se lo llevaron delante de su esposa y sus dos pequeños hijos en la madrugada del 25 de mayo de 1977. Vivían en una casa del Pje. Cabildo en San Miguel de Tucumán. Hasta allí llegaron civiles armados irrumpiendo de manera violenta: rompieron todos los focos y mataron al perro de la casa. Relata Pablo que su madre y su abuelo lo buscaron a su padre por todas partes. Que su madre se entrevistó hasta con el mismo Bussi y que fue é

La Escuelita y las escuelas

  Por Tina Gardella y Ana Molina // La Escuelita es la de Famaillá. No necesita explicación porque forma parte de la memoria e historia del terrorismo de estado como el primer centro de detención clandestino del país. El juicio del Operativo Independencia la tuvo como actuante central. Pero en los juicios subsiguientes, surgieron testimonios donde las escuelas -de la ruralidad fundamentalmente- fueron usadas como centros de detención clandestina. Si bien por períodos cortos y en carácter de derivación, su institucionalidad y función social fue alterada y violentada al convertir la escuela en un eslabón del engranaje ilegal de quienes ostentaban ser dueños de la vida y de la muerte de los ciudadanos. En la audiencia del lunes 13 atestiguan José Andrés Saldaño y Agustín Francisco López. Tienen 63 y 76 años respectivamente. Agustín comenta sonriendo que está atestiguando en el día de su cumpleaños. Eran trabajadores en la finca de Yamil Sucar en la localidad de Timbó Viejo, departamento B

La noche en la que cambió mi vida

  Por Ana Molina // El 24 de octubre dio su testimonio Pedro Lucas Daniel Mayorga. Tiene 70 años y es taxista. Pedro era un joven de 17 años cuando pasó por ese horrible momento que lo llama como “la noche en la que cambió mi vida”. Era una noche como cualquier otra, cuando a la una de la madrugada entraron por la fuerza a su casa, rompieron la puerta con una hacha -sí, con una hacha- y entraron personas armadas y encapuchadas.  Se llevaron a su hermano René, a su papá Jorge y a él. Por la corta distancia y el poco tiempo que tardaron en llegar, Pedro asegura que desde un primer momento estaba seguro de que los habían llevado a la Jefatura de Policía. En ese lugar estuvieron alrededor de 15 días en celdas separadas y luego los soltaron. Durante ese tiempo los golpeaban, los torturaban y los interrogaban. Era tanto el maltrato que su hermano terminó con un tumor en la cabeza. Pedro contó que los alimentaban dándoles comida en una olla para comer con la mano… “Como si fuéramos perros”, d