por Tina Gardella para el Diario del Juicio Foto: Agencia INFOTO Es un pozo. Está cuidado por una red de alambres perimetrales en cuya centralidad se destaca un ascensor que permite bajar hacia las entrañas de ese pozo. Es el Pozo de Vargas… ese pozo hacia el que se llega, desde otro lugar y después de un intenso recorrido, en una inspección ocular como parte de la Megacausa Jefatura II – Arsenales II. Han pasado más de 10 años desde aquellos rumores acerca de “ gente que tiraban en el pozo de la finca de Vargas” y que motivara un proceso de lucha, sin prisa y sin pausa, para que los peritos del GIAAT (Grupo Interdisciplinario de Arqueología y Antropología de Tucumán) comenzaran los trabajos, se pudiera financiar ese trabajo y se pudiera derribar las especulaciones acerca de lo que allí se encontraría.